
La fuerte apuesta por el shale oil por sobre el gas y el convencional es clara señal de la estrategia de las operadoras y que plantea desafíos importantes

Las proyecciones para la inversión en hidrocarburos en Argentina durante 2025 dibujan un panorama complejo, marcado por una consolidación del desarrollo no convencional en Vaca Muerta y una profunda incertidumbre en el segmento convencional, lo que en conjunto anticipan desembolsos a la baja respecto al año anterior.
Si bien el sector cerró 2024 con cifras de inversión superiores a las estimadas, alcanzando los u$s12.830 millones, 2025 se presenta con una proyección de disminución del 10%, ubicándose en torno a los u$s11.500 millones. Este viraje, analizado por consultoras como Economía & Energía y Aleph Energy, evidencia un claro enfoque en el petróleo no convencional, relegando al gas y a las áreas maduras a un segundo plano.
Para este año, las inversiones proyectadas para 2025 en hidrocarburos no convencionales son encabezadas por YPF con u$s4.147 millones, de acuerdo a lo informado a la Secretaría de Energía por las propias compañías. Le sigue Vista, la compañía de Miguel Galuccio, com u$s1.177 millones de desembolsos para el año.
La lista se completa con los compromisos asumidos por Pluspetrol con u$s712 millones; Pan American Energy con u$s690 millones; Shell con u$s629 millones; Pampa Energía con u$s551 millones; Tecpetrol con u$s425 millones; Chevron con u$s374 millones; TotalEnergies con u$s352 millones y Phoenix con u$s268, entre los montos más significativos.
Dentro de Vaca Muerta, la inversión se concentrará en áreas emblemáticas. La Amarga Chica, operada por YPF y con Vista como socia, liderará la inversión con u$s954 millones, proyectando un crecimiento constante. Loma Campana, el yacimiento de shale oil más importante del país, si bien es líder en producción, será el segundo en inversión con más de u$s700 millones por parte de YPF y Chevron.
Bajada del Palo Oeste, operada al 100% por Vista, destinará u$s694 millones. La Calera, de Pluspetrol, buscará potenciar su bloque con u$s678 millones, destacándose también en el segmento del gas. Finalmente, Bandurria Sur, con una inversión conjunta entre YPF y la UTE Shell-Equinor, recibirá u$s750 millones.
La producción total de petróleo en Neuquén en abril último alcanzó los 462.061 barriles por día, con el 95% proveniente del no convencional de Vaca Muerta. Este dinamismo está intrínsecamente ligado al desarrollo del Midstream, con el inicio de la soldadura del Oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS), un megaproyecto que abrirá nuevas puertas para la exportación de shale oil.

Las empresas que liderarán las inversiones en Vaca Muerta
Más inversión para Vaca Muerta con predominio del petróleo y caída del gas
El año pasado superó las expectativas en materia de inversión hidrocarburífera. Las empresas destinaron u$s12.830 millones, superando en más de 1.000 millones lo registrado en 2023 y, notablemente, los u$s11.095 millones que se habían proyectado inicialmente. Esta cifra subraya la relevancia del sector en la economía argentina, representando el 12,8% de la inversión total del país, y hasta el 28% si se excluye la construcción.
Dentro de esta inversión, la explotación no convencional de Vaca Muerta en toda la Cuenca Neuquina concentró un abrumador 95%, reflejando la madurez de los proyectos y la búsqueda de rentabilidad a corto plazo.
La inversión en petróleo creció un robusto 21%, alcanzando los u$s9.893 millones, con un impulso del 47% en el segmento no convencional. Este crecimiento estuvo directamente relacionado con la capacidad de evacuación de la Cuenca Neuquina.
En contraste, la inversión en gas natural sufrió una caída del 39%, situándose en u$s2.585 millones. Este decrecimiento se explica, en parte, por el mayor esfuerzo inversor realizado en gas en 2023, especialmente en el marco del Plan de Estímulo a la Producción de Gas Natural.
Las inversiones en perforación y reparación de pozos petroleros crecieron un 30%, llegando a los u$s6.031 millones, mientras que las destinadas a pozos de gas natural disminuyeron en la misma proporción.
En cuanto al offshore, 2024 mostró un notable aumento, casi duplicando la inversión del año previo al alcanzar los u$s709 millones, con cerca de 350 millones destinados a actividades exploratorias, impulsado por el Concurso Abierto 2018 y la finalización del Proyecto Fénix en la Cuenca Marítima Austral 1, a fines de 2024.
Para 2025, la proyección es de una disminución del 10% en la inversión total, lo que se traduce en unos u$s11.500 millones. Gran parte de esta reducción, unos u$s546 millones, se atribuye a menores inversiones en perforación de pozos, que históricamente representan más del 60% de la inversión hidrocarburífera.
El petróleo no convencional, especialmente en Vaca Muerta, seguirá siendo el motor indiscutible del sector. Se espera que las inversiones en pozos petroleros se mantengan relativamente estables (+2%), mientras que las destinadas a pozos de gas natural continuarán su descenso (-24%). Esta tendencia reafirma el viraje estratégico hacia el crudo shale, impulsado por su potencial exportador y la demanda global.
La Cuenca Neuquina se consolidará como el epicentro de la inversión, habiendo concentrado u$s9.700 millones en 2024 y con una proyección de u$s10 mil millones para 2025. Vaca Muerta, en particular, absorberá tres de cada cuatro dólares invertidos en exploración y producción, con un 76% de la inversión total destinada a proyectos de hidrocarburos.
Mientras el shale florece, el segmento convencional continúa su retracción, con una caída del 22% en 2024. Este declive se atribuye a factores como el proceso de desinversión de YPF a través del Proyecto Andes y la salida de operadoras de áreas maduras. Para 2025, Aleph Energy anticipa una profundización de esta caída, con importantes áreas convencionales sin proyecciones de inversión.
La exploración general también se mantiene en un nivel bajo, representando solo el 4,5% de las inversiones totales en 2024, lo que sugiere una menor apuesta por el descubrimiento de nuevos yacimientos y un mayor foco en la optimización de los existentes.
En cuanto al offshore, si bien 2024 fue un año de importante crecimiento, se prevé una marcada disminución para 2025, con inversiones que alcanzarían los u$s238 millones. Esto podría indicar una fase de menor actividad tras los picos exploratorios y de desarrollo de proyectos específicos.

En diseño, sustentabilidad y programación, Añelo Nuevo marca el futuro de la construcción en Vaca Muerta. La finalización del edificio está prevista para finales de XXX.